Filosofia del autor...

Toda crítica es en esencia destructiva, a menos que sea una alabanza parcializada. Voy a escribir con la más sincera honestidad de lo que vea proyectado en la pantalla, sin tapujos ni eufemismos que vicien el artículo. En muchos de ellos puede que encuentren "spoilers" que den a conocer puntos claves de la trama, pero que son importantes para dar una opinión global, trataré de evitarlos en al medida de lo posible, no lo prometo. Quiero aclarar que ninguna crítica es a título personal, ensañando contra autores, actores o productres, y que la opinión no le pertenece a nadie más que a mi, y no quiero influenciar en la opinión del resto, ofenderles o defenderles, simplemente es un ejercicio de percepción personal. Los afiches y fotos que acompañen a los artículos no pretenden violar copyright, los usaré solamente para ilustrar y ayudar en la ubicación del material del que hablo.

jueves, 26 de mayo de 2011

El sexo y el cine, parte 2: Sensualidad, sexo, erotismo; vehículo o publicidad?


Sé que ha pasado mucho tiempo desde que empecé esta trilogía de artículos, que son mucho más efectivos como ejercicio personal  que como medios de difusión. 

El día de hoy quise escribir la segunda parte, porque después de considerar el desnudo hay que avanzar al siguiente paso: ¿Qué hace un director con una persona sin ropa en la pantalla?, si tomamos el primer artículo como ejemplo, vemos que si la escena es gratuita no pasará de sonrojar a más de alguna persona entre el público, cuya edad probablemente esté entre los 15 a los 18 años, o los 50 a 90 años.

Antes de continuar quisiera hablar sobre los conceptos; la sensualidad la veo desde todo aquello que llama a los sentidos a despertar, que es un enigma en la consciencia por desenredar… hablando de ejemplos cinematográficos, podemos decir que la actuación de Mónica Belluci en Maléna es sensual.
Por sexo, no hay mucho que elucubrar, el acto de fornicar en pantalla, el conocido “adentro y afuera” que Alex  menciona en La Naranja Mecánica de Stanley Kubrick, ya sea gráfico o simulado.  Aquí tenemos ejemplos  gráficos como Idioterne de Lars von Trier, 9 songs de Michael Winterbottom, o ejemplos más púdicos como en The Reader o Atonement.

Para finalizar, el concepto que es probablemente más abstracto; el erotismo puede manejarse de muchas formas, y es la unión entre los conceptos anteriores, para una escena erótica no es necesario tener sexo, basta con percibirlo. En el manejo del erotismo es donde encontramos las firmas de los directores, la atmósfera que pretendían crear, la construcción de personajes y el ritmo del guión, como por ejemplo, la reciente Black Swan de DarrenAronofsky o los personajes principales de Mulholland Drive de David Lynch.

La razón por la que titule esta entrega como: Vehículo o publicidad, es debido a que los tres conceptos anteriores están ligados a la crítica que recibirán del público. Muchas películas son conocidas simplemente por la polémica que provocaron sus escenas subidas de tono o fuera de contexto, por ejemplo, El Crimen del Padre Amaro, pero no tienen trascendencia  formal, técnica o relevancia histórica. Al contrario, existen producciones que también han trascendido por las mismas condiciones, pero su realización va más allá de centrarse en el tema y muestran niveles más densos de realización y exploración de la psiquis humana; por ejemplo Saló o los 120 Días de Sodoma de Pier Paolo Pasolini. 

Existen, además, otros filmes considerados magníficos y que casualmente dentro de su desarrollo tienen altos niveles de sensualidad, sexo y/o erotismo, a eso es lo que me refiero; ya no es un mero recurso o escenas de relleno, sino un vehículo para el arte, probablemente sin esas escenas la obra estaría incompleta. Más que ejemplos quiero dar recomendaciones. Para empezar hay que nombrar Persona de Ingmar Bergman (por la tensión sexual entre las protagonistas), también está ElPerfume basado en la novela de Patrick Suskind y dirigida por Tom Tykwer (por mostrarnos la sensualidad de los aromas, hasta que se vuelve un deseo, percibido sexualmente), Brokeback Mountain de Ang Lee (porque más allá de desfalcar la imagen de John Wayne de los vaqueros, trata de romance en cualquier medio y contra la ideología y el estereotipo) Lucía y el Sexo de Julio Medem (por su riqueza estructural y conceptual)… y así seguiríamos con un largo etcétera.

Yo soy el primero en reconocer que los ejemplos son trillados, pero sin tener mucho tiempo que dedicarle al blog, son los que diríamos están, en “top of mind”, cualquier sugerencia es bienvenida para enriquecer el contenido.

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