Filosofia del autor...

Toda crítica es en esencia destructiva, a menos que sea una alabanza parcializada. Voy a escribir con la más sincera honestidad de lo que vea proyectado en la pantalla, sin tapujos ni eufemismos que vicien el artículo. En muchos de ellos puede que encuentren "spoilers" que den a conocer puntos claves de la trama, pero que son importantes para dar una opinión global, trataré de evitarlos en al medida de lo posible, no lo prometo. Quiero aclarar que ninguna crítica es a título personal, ensañando contra autores, actores o productres, y que la opinión no le pertenece a nadie más que a mi, y no quiero influenciar en la opinión del resto, ofenderles o defenderles, simplemente es un ejercicio de percepción personal. Los afiches y fotos que acompañen a los artículos no pretenden violar copyright, los usaré solamente para ilustrar y ayudar en la ubicación del material del que hablo.

lunes, 7 de febrero de 2011

127 Horas, muy buena o un intento por repetir Óscar?


Del director Danny Boyle y protagonizada por James Franco. 127 Horas es la historia de Aron Ralston, un aventurero cuyo brazo accidentalmente queda atrapado con una roca, una historia verdadera según se lee en el afiche de la película; afiche que su diseño es muy acertado, según lo interpreto, un reloj de arena en espacio negativo con el paso interrumpido por la piedra, ¡bravo!
Danny Boyle es un director que ha mostrado versatilidad y maestría en diversas películas, donde se lee su sello personal, entre las favoritas están Trainspotting, 28 Days Later y el éxito del año pasado Slumdog Millionaire. 127 Horas no es la excepción.
De inicio la filmografía es espectacular, la combinación de escenas, ritmos y colores son dinámicos, energéticos pero al mismo tiempo tratan de llevarnos a lo intimista y personal que va a ser el resto del filme.
La actuación de James Franco es bastante buena, como ya lo habíamos visto en Milk con la dirección de Gus Van Sant; en este caso es capaz de sostener toda la película sobre su personaje sin cansar, exagerar o perder el interés.
Lo más destacable de la película, es que desarrollándose casi por completo en una pequeña falla en el desierto, con un único personaje en pantalla la mayor parte del tiempo, no es una película tediosa, ni “contemplativa”, mantiene el ritmo ágil y el desarrollo de la historia constante y en creciente interés. El personaje de Aron fue muy bien manejado, llevándolo al plano humano y no al de superhéroe o supervíctima que usualmente sucede cuando se narra este tipo de trama, aunque siempre con el velo de glamour que imprime el cine gringo a sus personajes, aunque Boyle sea inglés. Pero la historia es excelente, el desenlace se logra magistral dejandonos con la sensación: podría yo hacer lo mismo por vivir?
Quizá lo más trillado, y la causa para titular la crítica de la forma en que lo hice, es que estas historias son las favoritas de la Academia, la autorrealización y el deseo de supervivencia excitan a los miembros de la Academia hasta llegar al clímax de la nominación. Y aunque no estoy de acuerdo con estos galardones, nunca puedo evitar ver los nominados y tomarlos como sugerencia, no todo es completamente malo, siempre termino buscando las canciones nominadas y más que todo las nominadas bajo el título de “película en idioma extranjero”, siempre ayuda a ampliar el panorama, especialmente de la industria en países que tradicionalmente no distribuyen sus productos a este lado del mundo.
De ahora en adelante, quiero terminar cada artículo con una recomendación que esté en algo relacionada con la película principal de la crítica, y al tratarse hoy de una biopic de autorrealización, les quiero recomendar “Le Scaphandre et le Papillon” (La Escafandra y la Mariposa) de Julian Schnabel. Basada en la historia real de Jean-Dominic Bauby, un hombre de negocios que quedo completamente paralizado al sufrir un infarto, encuentra que la única forma de expresar sus pensamientos es a través del parpadeo del único ojo que aún controla.
 Si quieren verlas, haganlo.

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